Luego de
varios meses de maduración de la idea surge el Blog “Psicología y Virtud” como
un espacio para reflexionar sobre la
psicología y su quehacer desde una mirada integral del ser humano.
En nuestros
días, vemos por doquier, multiplicarse la cantidad de personas estudiando
psicología, y claro está, la proliferación de otras tantas facultades de
psicología; todo esto porque se necesitan más psicólogos graduados en distintos
ámbitos de nuestra sociedad contemporánea. Parece ser que el psicólogo poco a
poco se ha ido posicionando en nuestro mundo por decirlo de alguna manera;
lejos va quedando aquellas frases que decían: “El que va al psicólogo es porque está loco” o “Yo no estoy loco para
ir al psicólogo”. Hoy poco a poco, se va reconociendo la importancia de la
psicología para el ser humano y la sociedad en la que mora. Porque reconocemos
la importancia de la psicología y porque
queremos hacer una psicología que no traicione la verdad del ser humano es que
hoy empezamos con esta iniciativa. Queremos abrir un espacio de diálogo,
reflexión y debate sobre la psicología y su tarea en la vida del ser humano y
su misión en el mundo en el que nos ha tocado vivir. ¡El diálogo está abierto
entonces!
Se trata de
publicar, dialogar y reflexionar sobre el quehacer psicológico, es decir, sobre
todo lo referente a psicología. Se trata también de aportar en la elaboración de una
psicología iluminada por la fe, que comprenda al ser humano como una unidad
bio-psico-espiritual. Se nos viene a la cabeza esa analogía que utilizábamos en
los primeros días de Areté del “Areópago Paulino”, de entender a la psicología
como ese nuevo espacio donde hay que presentar y debatir sobre la verdad del
ser humano. La psicología surge para
ayudar, sanar y curar al ser humano. La idea es no traicionar esa loable
misión. Pero claro está, hay que buscar con humildad las teorías adecuadas,
objetivas y verdaderas. Esperamos que este espacio sea un granito de arena que
ayude y aporte.
En este
contexto, entonces, es importante recordar que la psicología contemporánea
surge en la época de la ilustración o enciclopedia como un intento de respuesta
atea al ser humano. Se trata de entender
al ser humano desde cualquier antropología menos la cristiana o la católica, incluso
podríamos hablar de un esfuerzo sistemático por diferenciarse y alejarse de la
tradicional “visión cristiana” del ser humano. Desde ahí podemos entender por
ejemplo la variedad de escuelas y enfoques que surgen justamente de distintas
antropologías y epistemologías.
En el II
Seminario Internacional Psicología y Persona Humana realizado en Octubre del
2013 en Medellín, Colombia; el psicólogo Juan Carlos Ríos Toce dijo: “La psicología ha tenido distintas
aproximaciones a la persona humana a lo largo de la historia, y se ha orientado
a verlo como un objeto de estudio. En algunos casos ha mostrado una visión
incompleta o errónea de la misma, en otros casos ha equivocado el método de
aproximación, por querer aplicar un método científico experimental, basado en
una aproximación empírica que no responde a la realidad toda y mucho menos a un
ser tan complejo como la persona humana, dotada de libertad, inteligencia y
voluntad. Si no se entiende quién es
el hombre se cae en muchos peligros, entre ellos, centrarse en un problema
específico sin saber cómo se integra en toda la unidad de la persona y por lo
tanto entenderlo en mayor amplitud y ayudarlo más. Otro de los peligros es
querer entender al hombre desde los parámetros de las ciencias naturales y
ajustar la aproximación al mismo a través de este método, generando
distorsiones y a veces muchas acciones erradas que ocasionan más confusión y
sufrimiento al ser humano. Como se sabe, en las ciencias naturales, el método
científico es aplicado sin problemas por la predictibilidad de la materia, pero
al hablar de personas humanas, la complejidad hace que este método tenga que
tomarse con pinzas, pues la persona no es materia pura que puede ser predecible
en su actuar, sino que tiene una libertad que hace replantear el lugar y
sentido de dicho método”.
Cómo ves hay
mucho por conversar, debatir y sobretodo aprender. El presente blog busca ser
un espacio de reflexión pero también de elaboración y propuesta de una
psicología y psicoterapia de la reconciliación, que sea una expresión de la
antropología y espiritualidad cristiana. Por ello el concepto de virtud, como
segunda palabra en el nombre del blog, puesto que ésta palabra, es central en
la ayuda que le podemos brindar al ser humano que nos busca con un dolor
psíquico.
¿Qué es la
Virtud? En griego significa Areté. Es una palabra cargada de sentido y de
distintos sinónimos. El término original
griego Areté no tiene una traducción exacta al castellano; es un término
“equívoco”, pues posee muchos significados. Keneth Pierce nos recuerda que Areté se traduce a veces como maestría, excelencia, energía, rectitud o
fortaleza. (La Escalera Espiritual de San Pedro, 113)
Me parece
importante destacar el significado de Areté como maestría o excelencia y señorío
de sí mismo. Areté vendría a ser la realización de algo o de alguien según su
naturaleza (Pierce, 115). La noción de excelencia está muy ligada a la
reconciliación personal. Es la vivencia de la virtud la que nos conduce a la
reconciliación de sí mismo. Se trata de ir buscando los distintos medios para
avanzar en virtud y en reconciliación personal. De esta manera con ayuda de la
gracia de Dios encontraremos la plenitud de la vida en la vivencia del amor.
HUMBERTO
DEL CASTILLO DRAGO
Sodálite
Psicólogo
Director
General del Centro Areté.